Tema 2. Siglo XIX: el Romanticismo. La lírica. Las Rimas de Bécquer.


2º Bachillerato.
BLOQUE 2. El discurso literario.
Tema 2. Siglo XIX. El Romanticismo.
La lírica. Las Rimas de Bécquer.


1.‑ Introducción.
1.1. Concepto: ¿Qué se entiende por Romanticismo?
Es una actitud ante la vida o un estado de ánimo en el que predomina el sentimiento y la pasión frente a la consideración racional de las cosas.
‑No es sólo una corriente literaria, es un movimiento de fondo político y social que abarca desde lo ideológico a lo estético.
-Es un movimiento que se caracteriza no por negar lo anterior sino por afirmarse a sí mismo en ruptura con su presente.
‑El arte romántico se complace en la mezcla de elementos heterogéneos, en la ruptura de las reglas, en la fusión de los distintos géneros, en los contrastes, en la agitación...

1.2. Duración: Finales del siglo XVIII / 1ª mitad del siglo XIX.
No se produce simultáneamente en todas las literaturas europeas, ni tampoco es igual el ritmo de su desarrollo ni la intencionalidad de su penetración. Dos son los países donde surge el espíritu romántico:
‑Alemania 1770: Sturm und drang (Tempestad e ímpetu). Escritores románticos son Herder, Goethe –“Werther” y “Fausto”‑ y Schiller. Reivindicaban la libertad de la inspiración creadora; niegan el valor de las reglas clásicas.
‑Inglaterra: los autores más reconocidos son los hermanos August W y Friedrich Schlegel. Descubren en la Edad Media las raíces históricas de la sociedad moderna, a la vez que se alejan de la antigüedad clásica.

2.‑ Contexto histórico-cultural.
2.1. Transformaciones sociales y políticas.
2.1.1. ‑Revolución industrial inglesa (1760). ‑Desarrollo del maquinismo, industrias textiles y siderúrgicas. Grandes fábricas, trabajo en cadena: aumento de la producción.
‑Éxodo del campo a la ciudad.
‑Explotación y miseria de los obreros. Aparece una nueva clase social: el proletariado.
‑Crecimiento demográfico.

2.1.2. ‑Revolución francesa (1789)
‑Paso de una sociedad estamental a una sociedad de clases ‑el puesto social del hombre depende de su riqueza no de su nacimiento.
‑La clase social hegemónica es la burguesía: capitalismo liberal y liberalismo político.
-Tras la derrota de Napoleón (1815), se establece el Pacto de Ayuda Mutua (Santa Alianza), con el fin de sofocar cualquier brote de revolución liberal; de todas maneras, triunfan las revueltas en 1820, 1830 y 1848.

2.1.3.‑ Literatura y política. Los literatos participan de la vida política siguiendo las corrientes más importantes:
‑Romanticismo tradicional y conservador (rechaza los valores burgueses y sueña con una vuelta al pasado; apoyan la monarquía y la religión): Schegel, en Alemania; en Inglaterra, Walter Secot; en Francia, Chateaubriand; en España, el Duque de Rivas y Zorrilla.
‑Romanticismo progresista: (exalta los derechos humanos, el progreso y apoya movimientos revolucionarios): Lord Byron, en Inglaterra y Alejandro Dumas y Víctor Hugo en Francia. Larra y Espronceda en España.

2.2 Crisis de la conciencia europea: el inicio de la modernidad.
‑ ¿Cómo surge? El pensamiento ilustrado se descompone: el orden natural de las cosas se rompe. Los ilustrados pensaban que promoviendo la educación, el progreso científico y las libertades individuales se conseguiría la felicidad; pero las consecuencias fueron conflictos sociales. Los románticos se dan cuenta de esta realidad, pero no son capaces de proponer unas soluciones mejores, de aquí surge la crisis de conciencia europea.
‑Actitudes que adoptaron los románticos:
‑Aislamiento y evasión.
‑Sentimentalidad exacerbada.
‑Exhibición de la intimidad
‑Actitudes bohemias o revolucionarias.
‑Reivindicación de lo mítico.

3.- Romanticismo en España.
3.1. Prerromanticismo (1770 / 1808).
‑Escritores: Cadalso, Jovellanos, Meléndez Valdés. ‑Tienen temas y actitudes típicas del Romanticismo: soledad y amor unido a la muerte.

3.2. Revitalización neoclásica (1808 / 1833).
‑Durante la Guerra de la Independencia (1808 / 1813) el primer objetivo es la defensa de la patria.
‑Tras la derrota de los franceses en 1814, regresa el rey Fernando VII y se implanta un régimen absolutista; durante este periodo no se escribe literatura romántica.
‑En 1820 hay un pronunciamiento del Teniente Coronel Rafael de Riego; obliga al rey a acatar la Constitución de 1812: se implanta un gobierno liberal que dura 3 años.
‑En 1823 se produce la intervención del ejército francés, los llamados "Cien mil hijos de San Luis". Los liberales se exilian durante diez años (1823 / 1833). La literatura romántica se escribe fuera de España.

3.3. Desarrollo del Romanticismo: (1833 / 1850).
‑En 1833 muere el rey; durante la minoría de edad de su hija Isabel II –Regencia de María Cristina, su madre- se suceden una serie de gobiernos constitucionales.
‑Don Carlos reivindica el trono de su hermano quien previamente había abolido la ley sálica para que accediera al trono su hija Isabel II: se produce la guerra carlista 1833 / 1840. La guerra carlista será uno de los temas principales de la literatura.

3.4. Balance general del Romanticismo en España.
‑Aunque para los europeos España era el país romántico por excelencia por su historia y su arte, sin embargo, fue un movimiento tardío y breve en nuestro país.
‑El Romanticismo no cala hondo. La visión del Romanticismo se gesta en el interior del sistema racionalista de la Ilustración acentuando, sus contradicciones; por lo tanto, como nuestro siglo XVIII fue débil, era difícil que surgiera un movimiento fuerte.
‑El Romanticismo español atiende a los aspectos formales y externos del movimiento. Tiene una orientación histórica y legendaria que entronca con la literatura medieval ‑el romancero‑ y el teatro barroco.
‑Hay dos excepciones: Espronceda (poesía) y Larra (prosa).

4.‑ Literatura y sociedad: prensa, lectores y comercio editorial.
‑Hay un creciente afán de lectura para satisfacer la demanda de información de la clase urbana.
‑El 30% de la población sabe leer.
‑Se realizan lecturas colectivas.
‑Desarrollo del periodismo.
‑Algunas obras, como Noches Lúgubres de Cadalso, o El Diablo mundo de Espronceda, se publicaron en los periódicos.
‑Se crea un nuevo género: el artículo de costumbres.
‑La mujer se convierte también en lectora. Un género casi exclusivamente dedicado a ellas son las novelas folletín. Formaban colecciones literarias: "Bibliotecas de señoritas", Biblioteca de tocador, "Museo de las hermosas".
‑Hay un notable comercio editorial promovido mediante sistemas de ventas novedosos: las suscripciones a colecciones de novelas y la venta por entregas.
5.‑ Poética del Romanticismo.
‑La estudiarnos bajo tres puntos de vista.
5.1. Campo del espíritu.
‑Acentuada subjetividad, pesimismo, melancolía, marcado escepticismo.
-Sentimiento de rebelión que adquiere una expresión personal claramente individualizadora, (Espronceda)
‑Predilección por el mundo de ultratumba, lo satánico y sobrenatural (Las leyendas de Bécquer)
‑Supremacía del sentimiento, la pasión y fantasía ‑las creencias irracionales y populares, las leyendas, las alucinaciones, pesadillas y todo aquello que forma parte de la fantasía son un complemento necesario de esta literatura.
‑Ambientación y escenografía: los cementerios, catedrales, monasterios, noches de tormenta, montañas agrestes, ciudades legendarias con callejuelas tortuosas como Salamanca o Toledo.
‑Defienden la autonomía de la obra literaria: rechazan la función didáctica de la literatura.

5.2. Campo de la forma.
‑Rechazo de la preceptiva formal del neoclasicismo: proclamación absoluta de la libertad del poeta para elegir los medios formales.
‑Uso en una misma obra de distintos géneros.
‑Renovación de los esquemas estróficos.
‑Revitalización de las formas menos preciadas por el Neoclasicismo, por ejemplo el romance.
‑Polimetría.
‑Lenguaje: el énfasis, la exageración y el efectismo[1] son algunos de los rasgos predominantes en el lenguaje romántico. Al igual que la abundancia de exclamaciones, interrogaciones retóricas, frases entrecortadas, hipérboles y antítesis violentas.


5.3. Los temas: el YO.
- Exhibicionismo sentimental que lleva a descubrir hasta los más oscuros sentimientos (Canto a Teresa de Espronceda)
- Choque entre el YO subjetivo y el mundo, y como consecuencia: soledad, suicidio, evasión.
- El amor: la relación amorosa se produce con entregas súbitas, totales y rápidos abandonos.
- Temas transcendentales: el problema del tiempo, ansias por desentrañar los secretos del Universo o el misterio del más allá, significado de la vida, rebeldía teológica…
- Las reivindicaciones sociales: se canta al verdugo o el mendigo, se canta a tipos marginales (modelo de libertad individual). Se condena la injusticia y la diferencia de clases. Se defiende el ideal de libertad frente a los tiranos.
- Proclama el nacionalismo político y en ocasiones ensalzan los valores tradicionales populares.
- Evasión del mundo hacia épocas históricas lejanas en el tiempo: Edad Media; o en el espacio: orientalismo, exotismo.
- La naturaleza ‑tanto de manera autónoma o bien subordinada‑ es estudiada en todas sus modalidades y variaciones: la noche, el día, la tormenta y la calma, el mar, el bosque, la luna, el sol, las estrellas... Por lo general, los sentimientos se asocian a un estado de la naturaleza.

6. La poesía.
‑Género romántico por excelencia.
‑Se dan dos formas principales:
6.1. Poesía narrativa
‑Se inspira en temas legendarios e históricos.
‑Posee tono épico y heroico.
‑Utiliza polimetría y un lenguaje cargado de retoricismos.
El estudiante de Salamanca de Espronceda, es el más claro exponente de esta tendencia.
6.2. Poesía lírica
‑Se inspira en el amor, en todas sus variantes, en la intimidad y subjetividad del poeta.
‑La balada[2], las canciones[3] o la elegía son sus formas más frecuentes.
‑Versificación: rehabilitación del romance, crearon nuevos ritmos musicales y nuevas combinaciones de versos.

7. Biografía de Bécquer.

El paraíso perdido: Sevilla
Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el miércoles 17 de febrero de 1836, en el número 9 de la calle Ancha de San Lorenzo (actual Conde de Barajas), en una casa que en la actualidad no existe. Fue bautizado el jueves 25 del mismo mes en la parroquia de San Lorenzo Mártir, oficiando de madrina Manuela Monnehay, hija de un perfumista francés instalado en Sevilla y discípula del padre pintor del poeta. Los Bécquer, nobles flamencos, llegaron a Sevilla a finales del siglo XVI para comerciar, y pronto alcanzaron una próspera situación entre las familias sevillanas más altas, con capilla propia en la catedral hispalense. El padre, don José Domínguez Bécquer, pintor de costumbres, casó con doña Joaquina de la Bastida, y de este matrimonio nacieron ocho hijos. Don José tuvo éxito pintando para los ingleses viajeros que compraban entusiasmados sus cuadros costumbristas, lo que le permitió mantener holgadamente a su familia. La infancia del poeta fue dichosa hasta los cinco años, en que murió su padre. Después, a los once, moriría su madre, mientras el niño estudiaba para marino en el colegio de San Telmo en condición de pobre pero de familia noble. Protegido por su madrina y por su tío Joaquín Domínguez Becquer, importante pintor sevillano, el poeta aprende pintura y humanidades y estrecha relaciones en especial con su hermano Valeriano, que andando el tiempo se convertirá en importante pintor y protegera al poeta en momentos difíciles. En 1853, Bécquer es ya un joven poeta que publica versos en revistas y periódicos locales, y que conoce a otros incipientes escritores que han de tener importancia en su vida, como Narciso Campillo, futuro editor póstumo de sus obras, o Julio Nombela, autor de unas importantes memorias que reconstruyen gran parte del periplo vital becqueriano. Los tres poetas forman una sociedad literaria y recogen sus poemas con la ilusión de publicarlos en Madrid y alcanzar fama. Su educación literaria, dirigida en el Instituto sevillano por Francisco Rodríguez Zapata, discípulo del gran ilustrado Alberto Lista, es clasicista, con especial aprecio a los poetas latinos y españoles del Siglo de Oro, en especial, Fray Luis de León, Herrera o Rioja. A la búsqueda del ritmo musical, de la expresión ajustada y noble, se une una inclinación prerromántica hacia lo sublime: la emoción ante la noche, la muerte, la fragilidad humana, etc.
La familia Bécquer, en arte y en política, se identifica con la Sevilla conservadora. Así, mientras en Madrid, en 1854, triunfa la intentona liberal-popular de O'Donnell, la «Vicalvarada», el poeta exhibe su espíritu satírico frente a la revolución en unos dibujos que se conservan en un álbum denominado Los Contrastes, o Álbum de la Revolución de Julio de 1854, por un Patriota.

El sueño madrileño El romanticismo lo invade todo, y pronto Gustavo Adolfo se deja ganar por el sueño de conquistar gloria y fortuna en Madrid. Abandona Sevilla y, con la ayuda de su tío, llega a Madrid en octubre de 1854. Nombela lo espera, y Campillo ha de llegar en breve. El primero da detalles de la lóbrega pensión en que ha de hospedarse, donde, en cambio, la patrona doña Soledad, andaluza así mismo, lo protegerá. Hasta 1860, en que gracias a otro de sus grandes amigos y editores de su obra póstuma, Rodríguez Correa, le consiga un empleo fijo de redactor en un gran periódico centrista español, El Contemporáneo, Bécquer conocerá las privaciones y la forzosa bohemia que han sufrido la mayoría de escritores en España. Para ganar el pan tuvo que hacer de todo: biografías de políticos a destajo, traducciones, chupatintas en una oficina pública, dibujos, zarzuelas, etc. La estética becqueriana, formada de un cierto clasicismo entreverado de romanticismo medievalista, encontrará en Madrid un nuevo ambiente poético del que saldrán, finalmente, las Rimas becquerianas. El romanticismo desarrolla una faceta desatendida anteriormente: la intimista, y se concentra en las verdades del corazón a través del poema breve, directo, o de la balada germánica, imaginativa y sugerente. Interesan ahora el Byron de las Hebrew Melodies, o el Heine del Intermezzo. En 1857 emprende una obra importante, la Historia de los Templos de España. Se trataba, siguiendo a Chateaubriand, de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia: «La tradición religiosa es el eje de diamante sobre el que gira nuestro pasado. Estudiar el templo, manifestación visible de la primera, para hacer en un sólo libro la síntesis del segundo: he aquí nuestro propósito.» El proyecto, inacabado pero que reunió a grandes especialistas, muestra las dotes organizativas del poeta «soñador». Para ganar algún dinero el poeta escribe, en colaboración con sus amigos, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856), en que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea; o, entre otras, La venta encantada, basada en el Quijote. En 1858, cansado y debilitado por el trabajo y las penurias, cae el poeta gravemente enfermo. Le asisten su hermano Valeriano y su amigo Rodríguez Correa, quien, para encontrar recursos, rebusca entre los papeles de Gustavo Adolfo y encuentra la primera de las leyendas publicadas, El caudillo de las manos rojas, de ambiente hindú y de un exotismo orientalista bastante nuevo en España.

El amor y las primeras rimas
Las tertulias artísticas en lugares públicos (cafés) o privados (casas particulares) proliferaron extraordinariamente en el siglo XIX. Don Joaquín Espín, maestro director de la Universidad Central, profesor de solfeo en el Conservatorio y organista de la capilla real, protegido de Narváez y bien introducido en palacio, tenía dos hijas, Julia y Josefina, y daba alguna tertulia musical en su domicilio. Julia, nacida en 1838, soñaba con llegar a ser una cantante de ópera famosa, como su tía bisabuela materna Colbrand, primera esposa de Rossini. En 1856 había cantado ante los reyes, estudio en el extranjero, actuó en La Scala de Milan en 1867 y en Rusia en 1869. En 1873, dos años después de muerto el poeta, casó con Benigno Ortega, que llegaría a ministro de la Gobernación. De Josefina se sabe poco. Tenía los ojos azules (Julia, negros), y según Rafael Montesinos las primeras rimas becquerianas manifiestan un posible galanteo con la hermana de Julia. Bécquer, que aún no era famoso, y sus amigos, todos jóvenes, acudían a la tertulia de los Espín. El poeta leía sus versos y manifestaba sus excelentes dotes musicales. Para todos era evidente su inclinación hacia Julia, la cual, con aspiraciones más altas, aunque estimaba el arte del poeta, no le consideraba un partido adecuado, y le disgustaba el ambiente bohemio y poco limpio que le rodeaba. Jesús Rubio ha editado los dos álbumes de Julia, con textos y dibujos del poeta dedicados a su musa, a la que no olvidaría nunca y a la que dedicó una parte importante de sus rimas.

Periodismo, política y boda
De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobierna España. En 1860, González Bravo, personaje importante de la oposición conservadora de Narváez, con el apoyo del financiero Salamanca, fundan El Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda y en el participan redactores de la importancia de Valera. Rodríguez Correa, ya redactor del nuevo diario, consigue que entre Bécquer. Se trata de hacer oír a la voz del ala liberal del partido moderado. En este periódico el poeta hará de todo: crónica de salones, política, literatura... Desaparece El Contemporáneo en 1865. Y de repente, ante la extrañeza de sus amigos, el poeta se casa en 1861 con Casta Esteban y Navarro. La había conocido en la consulta de su padre, a la que Bécquer acudía para tratarse de una enfermedad venérea contraída en sus años bohemios. Son años fructíferos en los que el poeta publica la mayoría de sus rimas y leyendas y se hace un nombre, además de poder mantener una familia con hijos. Pero en la intimidad de sus escritos el poeta se duele del fin de sus ilusiones. A su ascenso artístico y social (protegido del ministro conservador González Bravo, que lo nombra censor de novelas con un excelente sueldo; director de importantes revistas y periódicos, etc.) le acompaña un aburguesamiento paralelo al de la sociedad madrileña postromántica, realista y poco sensible.

Veruela
Su quebrantada salud necesita un descanso, y por consejo de su íntimo amigo Ferrán, con su familia y acompañado de su hermano Valeriano, recientemente separado de su mujer, y de los hijos de éste, se retira en 1864 al Monasterio de Veruela, monasterio cisterciense desamortizado y en el que haya instalada una hospedería en las antiguas celdas. Desde allí remitirá al periódico sus famosas cartas Desde mi celda, en las que, además de hacer reportajes sobre tipos y paisajes, hace un repaso de su vida pasada y actual, marcada por un profundo desencanto.

Revolución y destierro. El primer manuscrito de las rimas
1868 será un mal año para el poeta. Casta le es infiel y Gustavo se separa de ella quedando los dos hijos a su cargo. Perderá, con la revolución liberal, su puesto oficial, al tiempo que cae el ministro, protector y admirador de Bécquer, Luis González Bravo, quien le había pedido que reuniese sus poesías para publicarlas a su costa. Así lo hizo el poeta, organizando sus rimas en el primer manuscrito de El Libro de los gorriones, con prólogo del ministro. Pero en los disturbios de la revolución el palacio de González Bravo fue asaltado por la muchedumbre y el manuscrito se perdió. En Toledo, los hermanos Bécquer, con sus hijos, se refugiaron hasta que amainase el vendaval revolucionario.

Muerte de los hermanos Bécquer. Publicación de las Obras Completas
Volvieron en 1870, a un hotelito en las Ventas llamado La Quinta del Espíritu Santo. Convencieron a Eduardo Gasset para que fundase La Ilustración de Madrid, en la que el poeta sería el director y Valeriano dibujante. Colaboran estrechamente ambos hermanos en multitud de dibujos con texto, hasta que el 23 de septiembre de 1870 muere Valeriano. Rodríguez Correa, que ha prosperado mucho, se lleva al poeta y los hijos a un lujoso piso en la calle Claudio Coello, en el barrio de Salamanca. Pero el poeta ya no resiste el golpe. Mientras agoniza, pide a Ferrán que queme sus cartas («serían mi deshonra»), que publiquen su obra («Si es posible, publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo») y que cuiden de sus niños. Murió a las diez de la mañana, después de pronunciar las terribles palabras, reveladoras del desencanto que le embarga, «Todo mortal». En Sevilla había eclipse total de sol. Inmediatamente, los amigos, especialmente Ferrán y Correa, iniciaron los trabajos para editar y financiar la publicación de las Obras Completas del malogrado amigo, que en sucesivas ediciones fueron incorporando la mayoría de los textos que hoy conocemos del poeta, afortunadamente salvados del olvido.
8. Las Rimas.
Su producción poética es escasa y sólo se centra en las Rimas. Bécquer siempre tuvo conciencia de poeta y de realizar una poesía distinta a la que en aquellos momentos se presentaba.

8.1. Publicación
En 1871, muerto ya el poeta, sus amigos publicaron la primera edición completa de las Rimas. En vida del autor sólo aparecieron dieciséis en algún diario, otras habían sido reescritas por el propio Bécquer en un libro manuscrito ­titulado Libro de los gorriones, cuya primera composición se había perdido ­en las revueltas de 1868 en casa de su amigo el ministro González Bravo.
Años más tarde, Bécquer lo reescribió según lo recordaba. ­Hasta 1914 no se conoció este manuscrito que hoy se guarda en la Biblioteca ­Nacional.
De esta curiosa historia parten los problemas textuales que surgen en tomo a las Rimas, su cronología y su clasificación.

8.2. Contexto literario. Influencias.
Bécquer y Rosalía de Castro son los dos grandes poetas del siglo que consiguieron renovar la poesía de su tiempo y hacerla llegar hasta nuestros días. Bécquer es un post‑romántico, partidario de un romanticismo intimista y lírico, ajeno a la grandilocuencia de la primera etapa. Entre 1850‑60 aires poéticos intimistas y renovadores se estaban extendiendo por Europa. Entre los autores extranjeros más imitados destaca el poeta alemán Heine que impuso el ritmo asonante y la combinación de endecasílabos y heptasílabos. Además de Heine y otros poetas alemanes, se cita la influencia del inglés Byron. Pero Bécquer supo recoger las últimas tendencias poéticas y crear una nueva realidad y una nueva expresión.

8.3. Temas y clasificación.
El universo de las Rimas abarca dos aspectos fundamentales: la poesía y el hombre, con la implicación del amor en sus más distintas derivaciones: gozo, exaltación, ruptura o desengaño. La ordenación de los poemas en El libro de los gorriones difiere de la que dieron los amigos de Bécquer al publicar la primera edición. Rodríguez Correa, al parecer, quiso ordenar las Rimas en torno a una historia amorosa en la línea de Heine. En esta historia se apreciarían tres etapas: en la primera, la amada aparece en un paisaje de la naturaleza: son los idilios, la poesía y las flores que entornan la visión de un ideal femenino inalcanzable. En la segunda, se describe la ansiedad. La mujer se convierte casi en estatua de piedra en un sueño letal; al final, en la tercera, el poeta transmite sus sentimientos más puros, es la etapa de la ruptura amorosa y de la soledad.
Sea como fuere, el tema principal de las Rimas es la propia poesía; a partir de ahí indaga en las más difíciles técnicas de expresión para transmitirla. La poesía rebasa los límites del poema; todo lo que implica un grado de belleza superior y casi misterioso puede convertirse en materia poética. Todos los demás temas están subordinados a éste. José Pedro Díaz ha extendido una clasificación de las rimas por temas. Según esto habría cuatro apartados:

- Rimas de I a XI: el tema principal es la poesía, aunque el amor está también presente e íntimamente relacionado con ella.
- Rimas de XII a XXIX: el motivo central es el amor tratado de modo positivo (excepto en la Rima XIV).
- Rimas, de XXX a LI: el amor se muestra desengañado, el fracaso amoroso es el asunto principal.
- Rimas de LII a LXXI: la soledad es el gran tema, resultado del fracaso amoroso, el dolor, la angustia y la muerte.

La poesía está unida al misterio, a lo que no se puede delimitar, camina por la esfera de lo inefable. El poeta es el único hombre capaz de captarla mediante la palabra. A veces el lenguaje resulta insuficiente y ha de recurrir a la sugerencia, a la música. La Rima I es la que mejor expresa esta teoría poética becqueriana.

El amor es un tema central; en él funde la experiencia, la tradición erótica, la ­belleza femenina y el simbolismo; es capaz de provocar un estado de ánimo en el lector que sólo logran los grandes poemas. El amor en todo su entorno: la felicidad, la mujer, el sueño imposible, el poder de la mirada, la angustia, el desamor, el fracaso.

El desengaño es una derivación del amor, es el grupo de poemas en los que logra una mayor sinceridad humana. Late en ellos una emoción pura, expresada con todo un simbolismo y una tonalidad tradicional y romántica a la vez que renovadora. Es la expresión más genuina del sentimiento humano.

La soledad es un tema de marcado carácter existencialista; las últimas composiciones reflexionan sobre el sentido de la vida y de la muerte. Es el dolor del hombre, expresado con contención, es un trágico lamento, la expresión ­de un sinsentido, el amargo sufrir que hoy tiene una asombrosa vigencia.

8.4. Recursos formales. Estilo poético.

La poesía de Bécquer se caracteriza por un ritmo musical, sencillo y sugerente­, propiciado por la asonancia y el uso de formas métricas armónicas.

Bécquer supo renovar el lenguaje poético, liberándolo de la retórica y el énfasis de que hacían gala autores como Zorrilla o Núñez de Arce. En sus obras, el poeta intenta apresar el sonido, el color, el estado anímico. Esta emotividad requiere una forma desnuda y directa cercana a la poesía popular.

Desde el punto de vista gramatical, predomina el estilo nominal. Entre los verbos, la forma predilecta es el presente aunque en algunos casos aparezca el futuro. La adjetivación no es abundante pero sí precisa para no restar naturalidad al verso. Destacan sobre todo aspectos visuales y sonoros.

Entre los recursos retóricos empleados, sobresalen:
-El paralelismo, que afecta a la construcción del verso y de la estrofa. De esta manera, los versos siguen un esquema binario (Rima XLI) o trinario (Rima XI) pero siempre en torno a estructuras paralelas semejantes que dotan al poema de un fuerte ritmo sintáctico.
-La interrogación retórica es muy utilizada y en ocasiones se integra en los paralelismos. Se utiliza para cerrar una estructura paralelística o un poema. En todo caso siempre pretende despertar un estado anímico en el receptor. Tiene que ver con la forma dialogada que la crítica ha querido destacar en las Rimas.

Además aparecen sencillas metáforas, símiles, anáforas y antítesis.

8.5. La métrica.

Ya hemos dicho que predomina la rima asonante semejante a la del romance. Lo más común es la combinación de versos heptasílabos y endecasílabos en forma de silvas u otras formas estróficas más irregulares.

Escribió también seguidillas (-7 a5 -7 a5) (Rima LXXVIII), octavas reales (ABABABCC) (Rima IX), serventesios (ABAB) (Rima XX) y romances (Rimas V, XIX).

Muchos de sus juegos rítmicos y métricos apuntan ya a la renovación que llevó a cabo el Modernismo en el siglo XX. Con todo consiguió una musicalidad sugerente y amplió las posibilidades expresivas de los versos. Propició una lírica subjetiva, intimista, de tono menor, dirigida al alma y a los sentimientos.



Blog con información sobre Bécquer ( Interesante por el material audiovisual aunque en youtube hay bastante más) http://blocs.xtec.cat/becquermuntaner/
[1] Efecto causado por un procedimiento o recurso empleado para impresionar fuertemente el ánimo.
[2] Composición poética de carácter lírico dividida generalmente en estrofas iguales, y en la cual, por lo común, se refieren sencilla y melancólicamente sucesos legendarios o tradicionales.
[3] Composición lírica a la manera italiana, dividida casi siempre en estancias largas, todas de igual número de versos endecasílabos y heptasílabos, menos la última, que es más breve.

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