Comentario crítico del texto "Épica y deporte" de Fernando Lázaro Carreter



Épica y deporte.
Los juegos deportivos modernos han venido a satisfacer el ansia de presenciar hazañas. Sólo que los adalides son hoy nadadores y demás portentos, y los ejércitos se han trocado en equipos de disciplinados muchachos que atacan y contraatacan, y tienen banderas propias, himnos y capitanes, y proceden con estrategias muy meditadas. Movidas por el furor épico, las multitudes se amontonan para ver descender a sus ídolos del autobús, igual que se asomaban los vecinos de Burgos para ver pasar por las calles a Rodrigo con los suyos. Después asisten a sus gestas, no limitándose a presenciarlas, sino participando activamente con broncas e, incluso, tundas. Para quienes se quedan en casa, está el sucedáneo de las transmisiones audiovisuales, como antaño estaba la recitación en la plaza del pueblo o en el atrio de la iglesia. Los locutores de turno ejercen de juglares. “¡Que bien detiene el balón Abel!”, clama uno, como su predecesor, medieval prorrumpía en igual grito exaltado: “¡Quál lidia bien sobre exorado arzón / mio Cid Ruy Díaz el buen lidiador!”.
En la relativa soledad de su cabina, el locutor de radio - el de la televisión procede a veces igual, explicando, con menos pormenor, pero siempre pleonásticamente, lo que estamos viendo -, se enfrenta con la dificultad enorme de verbalizar imágenes, para lo cual le bastaría un llano aunque tenso lenguaje representativo (más atento a la propiedad que al grito, ¡maestro Matías Prats!); pero se cree en el deber profesional de aherrojar la atención de los oyentes chillando, emocionándose él mismo, aburriéndose, indignándose, alegrándose, si quiere contagiar emoción, tedio, cólera o júbilo a quienes lo escuchan. Esto es, acentuando lo que denominamos expresividad lingüística, consistente, como el nombre indica, en expresar o excarcelar las emociones presas en el espíritu. La competencia entre emisoras hace que ese elemento expresivo haya ido adquiriendo una importancia creciente en sus transmisiones, dando lugar a tan irritante exasperación de la tensión tonal, que degrada la condición humana de muchos locutores.
Y mientras la transgresión fónica es de norma en las crónicas deportivas orales, la profusión de figuras retóricas caracteriza a las escritas. Es lógico: el redactor tiene también la necesidad de extrañar, para lo cual, fuerza y violenta la prosa ordinaria de la noticia. No disponiendo de los recursos vocales del locutor, ha de compensarlos con un despliegue ostentoso de ornamentos. Algunos causan asombro.

Fernando LÁZARO CARRETER, Épica y deporte.


ESTRUCTURA EXTERNA.
Es un texto completo escrito en prosa. El discurso que predomina es el expositivo-argumentativo, pues, por una parte, el autor establece la relación de la épica con los deportes actuales y, por otra, aconseja a los periodistas cómo proceder en sus crónicas deportivas.

ESTRUCTURA INTERNA.
El texto consta de dos partes.
  • La primera corresponde al primer párrafo, líneas 1/14. Plantea la relación entre épica y deporte, palabras que se recogen en el título: el motivo de su existencia (el ansia de presenciar hazañas), los héroes o adalides, las reacciones de la gente, etc.
  • La segunda parte, líneas 15/32, (que abarca los párrafos segundo y tercero) contiene una crítica al uso del lenguaje que hacen los periodistas deportivos.
-          El párrafo segundo se centra en las crónicas orales de los locutores de radio y televisión, a los que se recomienda el uso de un lenguaje representativo.
-          En el tercer párrafo, la crítica se extiende a las crónicas escritas recomendando un uso moderado de los recursos literarios.
RESUMEN.
Fernando Lázaro Carreter relaciona las competiciones deportivas actuales, -el fútbol, sobre todo-, con las campañas militares de reconquista de los cristianos contra los árabes durante la Edad Media. Ambas actividades despertaron y despiertan en la actualidad mucho interés entre las personas. Los encargados de contar esas hazañas en la antigüedad fueron los juglares; hoy día, son los periodistas deportivos. Sus crónicas son diferentes según el canal de difusión. Los locutores de radio intentan compensar con recursos expresivos la limitación de la descripción de los lances de juego; los locutores de televisión han de evitar en el discurso comentarios innecesarios, pues los espectadores contemplan la escena. A ambos recomienda un lenguaje objetivo y con propiedad. A los cronistas de la prensa escrita, también les aconseja que huyan del abuso de recursos metafóricos.

ESQUEMA.
1. Relación o comparación de la épica medieval con los deportes modernos.
-Los héroes medievales se comparan con los deportistas que son un portento.
-Los ejércitos, con los equipos. Ambos tienen banderas, himnos y capitanes.
-Hay un público que sigue sus hazañas:
-Público que asiste en directo (Ven pasar al Cid en Burgos / bajada del autobús de los jugadores.
-Público que sigue las hazañas porque alguien se las cuenta: juglares / locutores.
2. Análisis de las retransmisiones que realizan los locutores de los eventos deportivos.
2.1 Problemas para realizar su labor:
-Contar –verbalizar- lo que están viendo.
-Captar la atención de los oyentes.
-Competencia con otros medios de comunicación.
2.2. Tácticas que emplean los locutores para superarlas:
-Utilizan un lenguaje expresivo: participan en el relato proyectando su emoción.
-Chillan demasiado.
2.3. Recomendaciones del autor: en las retransmisiones orales, hablar utilizando un lenguaje más objetivo y con más propiedad.
3. Análisis de las crónicas periodísticas escritas:
-Critica el uso excesivo de figuras retóricas.
-Para corregir este defecto el autor recomienda un uso moderado de las figuras retóricas para que el lenguaje parezca natural.

TEMA.
Crítica al lenguaje excesivamente expresivo y retórico utilizado por los periodistas en sus crónicas deportivas.



ACTITUD E INTENCIÓN COMUNICATIVA.
La actitud del presidente de la RAE es mayoritariamente objetiva, aunque en algún momento aparecen atisbos de subjetividad. La primera parte, la expositiva, es la más objetiva, aunque ya en ella se aprecian enunciados exclamativos, si bien no son del autor, sino frases literales de los periodistas. Sin embargo, esas apreciaciones subjetivas y valorativas se pueden ver en la segunda: ¡maestro Matías Prats! (Línea 19). Aunque no aparecen referencias personales, la opinión del autor se ve claramente en el último enunciado, en la línea 32: Algunos causan asombro. Esa apreciación subjetiva se puede observar también con el uso del adjetivo explicativo y valorativo de la línea 26: …dando lugar a tan irritante exasperación…
La intención del Fernando Lázaro Carreter es llamar la atención sobre el lenguaje demasiado expresivo que se utiliza en las crónicas deportivas. Propone un modelo de lenguaje natural y objetivo. Por tanto, se dirige preferentemente a los periodistas, porque el autor sabe que el lenguaje de los medios de comunicación es un modelo decisivo en los hábitos lingüísticos de los hablantes y sabe que más pronto que tarde los errores o los excesos lingüísticos pasan a ser dominio de los hablantes en general. Aunque implícitamente no se aconseja, la valoración de la labor que realizan los periodistas por parte de la máxima autoridad de la lengua española supone una corrección de la forma de comunicarse. Por tanto, desde el punto de vista de las funciones del lenguaje, la función conativa o apelativa es primordial. Eso sí, todo el texto es elegante en las formas y sutil en la corrección. Como buen profesor, además, expone y argumenta de manera amena y muy personal.

TIPO DE TEXTO.
[Ámbito de uso] Nos encontramos con un texto de opinión de un periódico; se trata de una columna. Desde el punto de vista periodístico, estos textos se caracterizan por ocupar un espacio fijo en las páginas del periódico. Suelen ser textos breves que son escritos por colaboradores fijos que se van alternando para publicar diariamente sus columnas.
Los temas que tratan son muy variados, no necesariamente ligados a la realidad, -aquí precisamente es un asunto relacionado con la profesión periodística- y abordados de manera muy personal, por lo cual la función del lenguaje que predomina es la expresiva –junto a la conativa al intentar convencer a sus lectores de que lo que se dice es cierto. La nota más característica es el estilo personal, muy próximo al literario en cuanto a los recursos que utilizan los articulistas; no en vano, la mayoría son escritores profesionales. Sin embargo, el estilo no debe ser muy grandilocuente, pues el propio medio donde se publica y las características pragmáticas de la columna exige un ritmo ágil por ser un texto de pocas líneas y dirigirse a un receptor no especializado, pero sí seguidor más o menos fiel del columnista.
[Tipos de discurso] Los modos de elocución que utiliza son el expositivo y argumentativo. Propios de los dos discursos son el empleo de los presentes gnómicos, el modo indicativo, que es el que muestra objetividad y realidad, y un desarrollo sintáctico complejo de los enunciados; el uso de incisos, como por ejemplo el de la línea 15 o el de la 18 y el uso de enlaces interoracionales de tipo explicativo, como el enlace fraseológico de la línea 22: Esto es. No obstante, la subjetividad y la opinión propia de las argumentaciones las hallamos también; por ejemplo, en la línea 26, con el adjetivo explicativo valorativo, tan irritante exasperación.
Para terminar, diremos que el registro lingüístico utilizado es el culto, aunque no impide la comprensión para un lector con una cultura media, pues el autor pretende ser didáctico y llegar al máximo posible de lectores.

VALORACIÓN.
Aunque el artículo es de hace unos años, el asunto sigue siendo de actualidad, pues ese uso que criticaba ha crecido.
Para captar la atención de los lectores y que éstos se interesen por una cuestión lingüística, el escritor plantea en el primer párrafo, de forma amena y con una penetrante ironía la comparación entre la situación actual del deporte y la épica medieval. Una vez conseguido este propósito, pasa a comentar el hecho lingüístico que le ha llevado a escribir el artículo: con un planteamiento sencillo y didáctico, expone el problema, explica brevemente sus causas y propone una solución. En esta parte del texto, el tono del escrito cambia, pues el humor da paso a una crítica seria que no deje ninguna duda sobre la cuestión tratada, de tal manera que la última frase resulta dura y extrema: “el abuso del elemento expresivo da lugar a tan irritante exasperación tonal, que degrada la condición humana de muchos locutores”. El último párrafo, más breve, acaba con una oración que cierra el texto y que transmite de nuevo un sentido irónico: “algunos (ornamentos) causan asombro” (Por sus exageraciones e impropiedad, no porque sean dignos de admiración).
Parece loable la intención que tiene el autor de convencer a los periodistas de que sean más naturales en su lenguaje; sin embargo, parece casi imposible que haga mella en ellos. El mundo de la información tiende más bien a llamar la atención con esos elementos expresivos del lenguaje, no solo en estas crónicas, sino incluso en géneros periodísticos de información: boletines de noticias en la radio, informativos de televisión e, incluso, en muchos periódicos se antepone la opinión a la información.
En un mundo donde se mueve tanto dinero, sobre todo en el fútbol, los medios de comunicación no solo tienen como objetivo informar, sino recuperar el dinero invertido y obtener beneficios y competir con otros medios de comunicación que se dedican a lo mismo. Consecuentemente, que los locutores no abusen de los recursos fónicos será casi imposible pues una nota características de sus transmisiones son esas exhibiciones verbales. Además, el público audiovisual está cada vez más acostumbrado a esta forma de comunicación en otros programas: tertulias, programas de cotilleos con protagonistas muchas veces vulgares que viven precisamente de esos espectáculos degradantes.

FUNCIONES DEL LENGUAJE PRESENTES.
El alumno debe identificar y explicar cuáles son las principales funciones del lenguaje que aparecen en el texto, justificándolas adecuadamente mediante los aspectos lingüísticos que considere más relevantes.
La distribución de la puntuación de 1´5 puntos se realizará de la siguiente manera:
-Identificación de las principales funciones del lenguaje que aparecen en el texto: 0´5 puntos.
-Justificación lingüística de las funciones del lenguaje identificadas: 0´5 puntos.
-Caracterización del tipo de texto a partir de las funciones del lenguaje analizadas: 0´5 puntos.

La función referencial o representativa es la más importante del primer párrafo al informar objetivamente el emisor de un hecho de la realidad: los juegos deportivos modernos han venido a satisfacer el ansia de presenciar hazañas. Algunos rasgos lingüísticos propios de esta función son el uso de oraciones enunciativas, como, por ejemplo, la primera del texto: Los juegos deportivos modernos han venido a satisfacer el ansia de presenciar hazañas; un desarrollo ordenado y progresivo de las ideas que se exponen; el uso limitado de adjetivos y estos, especificativos, como el de la línea 1: Los juegos deportivos modernos…
Al establecer la equiparación de los deportes modernos con la épica medieval, el escritor adopta un punto de vista crítico e irónico, lleno de humor, con matices expresivos personales que se relaciona con la función emotiva o expresiva, en cuanto que se trasluce su postura ante lo expuesto, así lo apreciamos en la línea 9: está el sucedáneo de las transmisiones audiovisuales.
La función estética del lenguaje también está presente pues se advierte una clara voluntad de estilo e interesa la forma en que se nos comunican los mensajes. Por ejemplo, observamos un polisíndeton desde la línea 2: Sólo que los adalides son hoy nadadores y demás portentos, y los ejércitos se han trocado en equipos de disciplinados muchachos que atacan y contraatacan, y tienen banderas propias, himnos y capitanes, y proceden con estrategias muy meditadas.
La función metalingüística también está presente en alguna parte del texto, como en la línea 22-24 cuando define lo que se entiende por expresividad lingüística.
En conclusión, por las funciones del lenguaje predominantes, la función referencial, y por los tipos de discurso utilizados, fundamentalmente exposición, el texto comentado es más bien objetivo, aunque observamos atisbos expresivos personales y una clara voluntad de estilo. Si tenemos en cuenta, además, la extensión, lo podemos considerar un artículo de opinión de un periódico; en concreto, una columna.


MECANISMOS DE COHESIÓN DEL TEXTO (Del primer párrafo del texto)
El alumno deberá analizar y comentar cuáles son los principales mecanismos semántico-textuales de cohesión.
Entre estos mecanismos semántico-textuales de cohesión se encuentran todos aquellos basados en la recurrencia léxica (sinonimia, correferencia o sinonimia textual, hiponimia e hiperonimia, antonimia, derivación) y en la configuración de redes léxicas y campos semánticos.
La distribución de la puntuación de 1´5 puntos se realizará de la siguiente manera:
-Identificación y clasificación de los mecanismos semántico-textuales de cohesión más relevantes del fragmento: 0´75 puntos.
-Conclusión sobre el valor que desempeñan los mecanismos semánticos textuales de cohesión analizados en el fragmento seleccionado, extrapolando esas conclusiones a la caracterización global del texto: 0´75 puntos.

La cohesión de las oraciones y párrafos que forman un texto se logra con la presencia de determinados signos lingüísticos llamados enlaces interoracionales que permiten la conexión y la recta interpretación de todo él. Veamos en el texto seleccionado especialmente aquellos que se llaman enlaces léxico-semánticos.
El vocabulario del primer párrafo se organiza en una serie de isotopías (redes léxicas) que permiten unir los significados de las distintas oraciones con respecto al tema del texto. Estas palabras funcionan como enlaces semánticos. Podemos destacar las siguientes isotopías:
JUEGOS DEPORTIVOS: nadadores 2, equipos 3, balón
EPICA: hazañas 2, adalides 2, furor épico 5, juglar, recitación, ejércitos 3.
Y una serie de palabras que pueden aparecer en cualquiera de las dos isotopías: atacan y contraatacan 3, banderas e himnos 4, capitanes 4, estrategias, gesta7…
Por otra parte, hay unos verbos que están relacionados con la contemplación o relato de las hazañas de unos y otros -en la segunda parte, los medios de comunicación audiovisual: ansia de presenciar (Línea 1), las multitudes se amontonan para ver (Línea 5), se asomaban los vecinos de Burgos para ver pasar (Líneas 6 y 7), transmisiones audiovisuales (Línea 10), (Línea la recitación en la plaza del pueblo 10).
Además, hay también sinónimos: adalides (Línea 2), capitanes (Línea 4), ídolos (Línea 6). La repetición de estas palabras en distintas oraciones permite relacionar unas con otras.
Hemos comprobado la perfecta cohesión de las oraciones al analizar la presencia de expresiones que podemos englobar en las isotopías anteriormente mencionadas; además, el tema fundamental está mencionando de manera repetitiva en esta primera parte del texto.
Teniendo en cuenta el carácter expositivo y argumentativo del texto, apreciamos con esta repetición el deseo por parte del autor de ser preciso y exhaustivo. También, la claridad y amenidad con la que está escrito el texto permite a cualquier lector con un nivel de lectura medio entenderlo y, por tanto, aparecer como una columna periodística, a pesar de que los asuntos desarrollados sean propios de la lingüística.


(1)   Los juegos deportivos modernos han venido a satisfacer el ansia de presenciar hazañas. (2)  Sólo que (Conectivo) los adalides son hoy nadadores y demás portentos (Enlace léxico, isotopías e hipónimo de juegos deportivos), y los ejércitos se han trocado en equipos de disciplinados muchachos que atacan y contraatacan, y tienen banderas propias, himnos y capitanes, y proceden con estrategias muy meditadas. (3) Movidas por el furor épico, las multitudes se amontonan para ver descender a sus ídolos (casi sinónimo de adalides; enlace léxico) del autobús, igual que se asomaban los vecinos de Burgos para ver pasar por las calles a Rodrigo hipónimo de ídolos; enlace léxico con los suyos. (4) Después (conectivo) asisten a sus gestas, no limitándose a presenciarlas, sino participando activamente con broncas e, incluso, tundas. (5) Para los que (enlace anafórico: hace referencia a “parte de las multitudes) se quedan en casa, está el sucedáneo de las transmisiones audiovisuales, como antaño estaba la recitación en la plaza del pueblo o en el atrio de la iglesia. (6) Los locutores (Enlace léxico, forma parte de otra isotopía: comunicación audiovisual) de turno ejercen de juglares. (7) “¡Que bien detiene el balón Abel!”, clama uno (enlace anafórico: se refiere a locutores), como su predecesor, medieval prorrumpía en igual grito exaltado: “¡Quál lidia bien sobre exorado arzón / mio Cid Ruy Díaz el buen lidiador!”.



USO ESTILÍSTICO DE LOS VERBOS.
El tiempo verbal predominante es el presente de indicativo, con el que se resalta la actualidad de lo tratado y el aspecto durativo y habitual de las acciones: Solo que los adalides son hoy nadadores…2; las multitudes se amontonan… asisten… El locutor se enfrenta…
Un uso del presente actual, lo encontramos en las líneas 12 y 13, pues el acto del habla coincide con el de la acción: “Que bien detiene Abel el balón”, o “¡Quál lidia bien…!”
El presente habitual utilizado para expresar que una acción se repite más o menos de manera reiterada lo encontramos en la línea 7, Después asisten a sus gestas

En el primer párrafo se combina el presente con el pretérito perfecto compuesto de indicativo, línea 1, …han venido a satisfacer; línea 3, …se han trocado, para expresar la sustitución de la admiración que producían en la sociedad de la Edad Media las hazañas bélicas, por el seguimiento de los eventos deportivos en la actualidad. Esa transformación se ha producido hace relativamente poco, por eso utiliza el pretérito perfecto compuesto, pues es un fenómeno muy próximo al momento presente.

El pretérito imperfecto se utiliza cuando compara las competiciones deportivas actuales con el mundo de la épica; este tiempo por su carácter imperfectivo transfiere a las acciones a las que se refiere la sensación de proximidad, al mismo tiempo que se usa como tiempo narrativo en vez del pretérito perfecto: líneas 10 y 11, …como antaño estaba la recitación…; líneas 12 y 13, …su predecesor prorrumpía

El valor durativo lo indican también varias perífrasis verbales de gerundio (línea 17, estamos viendo, línea 25, haya ido adquiriendo) Otra perífrasis, en este caso, aspectual ingresiva, la encontramos en la línea 1: han venido a satisfacer…; en la de la línea 25, haya ido adquiriendo, con un valor aspectual incoativa o frecuentativa.
Perífrasis modales con el sentido de obligación hay en la línea 31, ha de compensarlo, que se refiere casi a lo inexcusable del uso de numerosas figuras literarias por parte de los periodistas.
Como conclusión, en cuanto al empleo del verbo por parte del autor, hemos de decir que su uso es muy complejo y rico, como compleja es la estructura expositiva del contenido. Lo más notable es el uso del presente de indicativo, con diversos valores ya comentados, que es el tiempo en el que se expone y argumenta, por su valor durativo o atemporal, aunque ya se han señalado otros usos. El modo que predomina es el indicativo, pues la actitud del emisor es trasmitir unas reflexiones de la manera más objetiva sobre el asunto que trata. Otros matices aspectuales o modales más sutiles están expresados con numerosas perífrasis, muestra del registro culto usado por Lázaro Carreter; al igual que la complejidad y riqueza de buena parte de su sintaxis con construcciones oracionales extensas y variadas; algunas de las proposiciones subordinadas presentan como núcleo verbal formas no personales.
En cuanto a las formas no personales del verbo encontramos infinitivos que funcionan como núcleos verbales de proposiciones subordinadas sustantivas con la función de complemento de un núcleo nominal: líneas 1 y 2, …el ansia de presenciar hazañas. Otras proposiciones subordinadas sustantivas de infinitivo funcionan como C.D., en la línea 5, “…se amontonan para ver descender a sus ídolos del autobús”.
Participios como núcleos verbales de proposiciones subordinadas adjetivas, con la función de complemento predicativo, encontramos en la línea 5, “Movidas por el furor épico, las multitudes se amontonan…”
Y también encontramos gerundios que originan proposiciones subordinadas adverbiales de modo; p. e., 15 y 16, procede a veces igual, explicando lo que estamos viendo… O subordinadas causales en la línea 31, No disponiendo de los recursos vocales…, ha de compensarlos…


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Sinopsis

El asesinato de un diputado en un museo de Madrid lleva a un inspector inexperto a Salamanca, circunscripción por la que es electo el difunto. Durante la estancia en la ciudad se adentrará en el mundo académico, político y social en busca de indicios que expliquen los motivos que han llevado al verdugo a cometer tal atrocidad. El proceso indagatorio conducirá al detective a plantearse alguno de los principios por los que ha de regirse en su oficio, después de entrevistarse con testigos poco habituales que no parecen entristecerse con la muerte del político y que no aportan datos significativos del caso.

El ambiente de la localidad universitaria de principios de los noventa del siglo pasado, extraño para el protagonista, más la resolución del caso, le dejarán la sensación de fracaso de su valía profesional y, sobre todo, del papel que le corresponde como agente al servicio de la justicia. 

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