Comentario crítico del texto "La palabra, como el mito del nacimiento de Venus..."


La palabra, como el mito del nacimiento de Venus[1], es potente como el mar y tenue y delicada como la espuma. Por eso con las palabras podemos hacer cosas sensiblemente diferentes, desde una declaración de amor a pronunciar una sentencia de muerte.
       También se puede jugar con las palabras, cosa que no se aconseja. Si juegos de mano son juegos de villano, juegos de palabra son juegos de inconsciente porque pueden banalizar el lenguaje o encontrar antinomias[2] difícilmente soportables en nuestro uso verbal cotidiano, como fue el caso de Wittegenstein[3].
       Un uso esencial de la palabra es su empleo para persuadir. Los griegos creyeron en la palabra hablada. El discurso público tenía una finalidad: convencer a los oyentes de un contenido determinado y luego hacer que sus voluntades se inclinaran, no sólo a aceptarlo como verdadero, sino a poner en práctica las consecuencias de esa verdad manifestada.
       Cuando desaparece la democracia griega y luego, cuando en Roma se la sustituye por el poder personal de un emperador, la palabra pierde esa función. Los discursos se repiten por inercia, pero el ejercicio de la palabra se entretiene en casos hipotéticos, en defensas artificiales. El más cordobés de los Sénecas, posiblemente el único verdadero cordobés, Séneca el Viejo o el Retórico, en plena falta de libertad política nos recuerda, gracias a su memoria privilegiada, lo que fue la oratoria romana auténtica, cuando la palabra se pronunciaba con intención de doblegar a los oyentes.
       La palabra hablada está siempre en el reino de la libertad y cuando ésta falta cae en el silencio.


COMENTARIO DE TEXTO.
ESTRUCTURA EXTERNA.
Es un texto completo escrito en prosa. Se trata de un breve ensayo en el que el tipo de discurso que predomina es la exposición, la argumentación y la descripción. Descriptivo es la primera parte, cuando se describe el poder de las palabras. Expositiva es sobre todo la segunda parte. Y la argumentación aparece sobre todo al final, cuando se expresa la tesis del texto: el uso de la palabra para convencer solo es posible cuando hay un clima de libertad.

ESTRUCTURA INTERNA.
Se estructura en las siguientes partes:
1ª Parte 1/11. PRESENTACIÓN. Se nos presenta el tema a tratar: el diverso uso del lenguaje oral. Hay una primera conclusión u opinión del autor: con el lenguaje se recomienda no jugar.
2ª Parte 12/28. CUERPO ARGUMENTATIVO. Se analiza el uso que los griegos y los romanos hicieron del discurso hablado. Este, para los primeros, perseguía persuadir, convencer y modificar la conducta. Para los romanos, era un simple ejercicio de oratoria.
3ª Parte: 29/30. TESIS o conclusión: Este uso se relaciona con la libertad existente en cada momento histórico y el poder de la palabra sólo tiene sentido si hay libertad.

RESUMEN.
El lenguaje oral puede utilizarse para comunicar mensajes muy diversos. También se puede jugar con él, aunque el autor del texto no lo recomienda porque puede dar lugar a equívocos.
Los griegos entendieron el discurso oral como un medio para convencer y transformar a las personas. Para los romanos, en cambio, el discurso público es un ejercicio de estilo que tenía como objetivo la belleza intrínseca del mismo. Séneca les recordó a sus contemporáneos la función persuasiva del lenguaje.
Este doble uso del lenguaje se relaciona respectivamente con el clima de libertad que disfrutaban los griegos y el poder casi absoluto que detentaban los emperadores romanos. En este sentido, el uso de la palabra sólo es posible con la seguridad de la libertad.

TEMA.
El poder de las palabras para convencer e influir en las personas siempre y cuando haya libertad.

INTENCIONALIDAD y ACTITUD.
[Intencionalidad] El autor, en este breve ensayo, reflexiona sobre el uso de las palabras. Pero se puede observar que el mensaje está codificado, aparte de expresar su opinión sobre el tema y de intentar convencer a los lectores, con una clara intencionalidad literaria, sobre todo en la primera parte. Nos encontramos metáforas, símiles, enumeraciones, asíndeton… Las figuras literarias más numerosas son usuales de las descripciones: símiles, potente como el mar y tenue y delicada como la espuma; polisíndeton en el mismo ejemplo: potente… y tenue y delicada…, que al mismo tiempo es una enumeración, que parece no acabar, pues las posibilidades de la palabra son muchas. Encontramos también una intensificación, gradación, de lo que se puede hacer con el lenguaje: declaración de amor, pronunciar una sentencia de muerte… Además, podemos señalar una antítesis, línea 4, esencial en el desarrollo del tema: declaración de amor / pronunciar una sentencia de muerte.
[Actitud] Por esto y por las características del género, la actitud del autor es subjetiva: intenta dotar a su discurso de suficientes razones o argumentos para asegurarse del convencimiento por parte de los lectores de que es cierta la tesis que defiende. En este sentido, transmite la idea de que el poder de influencia del discurso hablado solo se puede lograr cuando hay libertad, cuando el que habla sabe que está amparado por el derecho de la libertad de expresión.
En la parte expositiva predomina la adjetivación especificativa; en cambio, en la primera parte, señalada como introducción, y en la parte final del texto, sobre todo a partir de la línea 22, nos encontramos una adjetivación valorativa, bien por encontrarnos adjetivos explicativos o bien porque los adjetivos están modificados por adverbios valorativos: 3 cosas sensiblemente diferentes, 9 antinomias difícilmente soportables, 22 el más cordobés de los Sénecas, el único verdaderamente cordobés.
Además, de estos adjetivos especificativos, tenemos otros más bien explicativos en cuanto con ellos valora el autor. Los encontramos sobre todo al final del texto: 25 memoria privilegiada, 26 oratoria romana auténtica.
Y, aunque los verbos están todos en tercera persona, hay alguna ocasión en la que el autor se incluye en el proceso comunicativo, al igual que intenta meter al lector: nos recuerda 25, nuestro uso verbal 10, podemos hacer 3…

TIPOLOGIA DE TEXTO Y MODO DE ELOCUCION.
[Ámbito de uso] El texto es un ensayo de temática lingüística; por lo tanto, es un texto humanístico. El tratamiento que se efectúa del tema es tan solo una aproximación muy breve. En cuanto al estilo se puede afirmar que obedece a una intención claramente literaria.
Otra característica del ensayo, que lo diferencia de la exposición, es su asistematismo: no hay partes o epígrafes que estructuren el texto.
[Tipo de discurso] Propio del ensayo es la presencia de dos tipos de elocución: exposición y argumentación.
En la primera parte, se plantea el tema a modo de presentación e introducción: el poder ilimitado de la palabra; a la misma vez adelanta un uso del lenguaje que posteriormente será denostado: no se debe jugar con el lenguaje. En la 2ª parte, 12/28, se expone dos formas distintas de entender la oratoria con dos argumentos mediante ejemplos. En la 3ª parte, 29 / 30, la conclusión a modo de tesis: la palabra hablada sólo es posible si existe libertad. Utiliza una metodología argumentativa inductiva.

Aspectos lingüísticos más relevantes de estos discursos.
En la primera parte, que se señalaba como introducción, además hay una descripción. Iremos desgranando las características lingüísticas de cada uno de estos discursos.
La descripción la encontramos en el primer párrafo. Es una descripción que se inserta en un texto expositivo-argumentativo. Por tanto, se realiza en presente con un valor intemporal, que proporciona a las afirmaciones un carácter de verdad universal: La palabra es potente, tenue… 2 Por eso podemos hacer…3. Otros rasgos propios de la descripción es la presencia de predicados atributivos con verbos copulativos que sirven de enlace gramatical entre los adjetivos en función de atributo y el sujeto. La acumulación de adjetivos es otra característica: potente, tenue, delicada. De todas formas, lo más reseñable de la descripción es su concepción literaria, con recursos retóricos propios de una comunicación en la que el estilo es una preocupación. Las figuras literarias que encontramos son las usuales en las descripciones. Símiles, potente como el mar y tenue y delicada como la espuma. Hay polisíndeton en el mismo ejemplo: potente… y tenue y delicada…, que al mismo tiempo es una enumeración, que parece no acabar, pues las posibilidades de la palabra son muchas. Encontramos también una intensificación, gradación, de lo que se puede hacer con el lenguaje: declaración de amor, pronunciar una sentencia de muerte…
A partir del segundo párrafo encontramos la parte expositiva-argumentativa. La función del lenguaje que predomina es la referencial y la apelativa. El autor defiende que el uso de la palabra hablada para convencer solo es posible cuando hay libertad; es decir, cuando hay democracia. Pero, además, aunque sea aprovechándose de ellas, también realiza un breve repaso a la evolución de la oratoria en la antigüedad clásica.
Las estructuras predicativas que predominan son las atributivas que sirven para la expresión de conceptos, ideas, para definir, para caracterizar… En cambio, son muy pocos los verbos de acción.
La adjetivación que usa el autor es especificativa y explicativa, propia de los discursos que utiliza.
Los verbos están todos en tercera persona, aunque hay alguna ocasión en la que el autor se incluye en el proceso comunicativo, al igual que intenta meter al lector: nos recuerda 25, nuestro uso verbal 10, podemos hacer 3…
El tiempo que predomina es el presente intemporal o gnómico, propio de la exposición y de la argumentación por su carácter imperfectivo. En el desarrollo expositivo hallamos también un presente histórico para aproximar los hechos pasados al momento del discurso: Cuando desaparece la democracia griega 18…
La sintaxis es más compleja –en la parte descriptiva las oraciones eran simples-: encontramos periodos largos con presencia de subordinadas lógicas causales, condicionales, comparativas que son propias de la argumentación: Si juegos de mano son juegos de villano, juegos de palabra son juegos de inconsciente porque pueden banalizar el lenguaje o encontrar antinomias difícilmente soportables en nuestro uso verbal cotidiano, como fue el caso de Wittegenstein.
Propios de estos discursos son los enlaces fraseológicos, Por eso 3, y conectivos, También 6, que sirven para cohesionar y ordenar las distintas partes del discurso.
El afán didáctico se demuestra con la repetición de los términos clave –palabra, juegos de palabra, uso esencial de la palabra…- en casi todas las oraciones, lo que permite avanzar en la exposición y en el desarrollo argumentativo en aras a la pretensión del emisor de convencer de una tesis expuesta al final.
En general, el vocabulario tiene un significado denotativo. Se busca la transmisión de unos conocimientos y de unas ideas concretas y claras. El autor busca llegar a los lectores transmitiendo exactamente lo que piensa. Excepto, la introducción que realiza una aproximación connotativa a lo que es la palabra hablada.
Propios de los discursos que analizamos es también un vocabulario abstracto –el discurso, finalidad 14, voluntades 15, consecuencias 17, verdad 17, libertad 28…; tecnicismos –antinomias 9, oratoria…
El registro lingüístico propio de los ensayos es el culto o elaborado, no sólo por la utilización que del lenguaje realiza, sino por referencias culturales, como es la mención mitológica (Venus también nace del mar), o las citas a modo de ejemplo cuando se nombra al filósofo austriaco.

VALORACION PERSONAL.
[Valoración sobre los recursos, la organización, la originalidad del tema, del estilo en el que está escrito…]Llama la atención la perfecta organización del texto y la coherencia con la que está construido. En el primer párrafo se introduce el tema captando la atención del lector con dos ejemplos claros de los distintos usos que se puede realizar del lenguaje: declaración de amor o condenar a muerte. Además, la referencia mitológica, equipara el poder de las palabras al de una deidad griega.
En el segundo párrafo, el autor restringe su uso: se puede jugar, pero no lo aconseja. De nuevo, aporta un ejemplo de su afirmación, “como fue el caso de Wittgewnstewin.”
La idea central del texto, la necesidad de libertad para el uso de la palabra se desarrolla de manera sutil y relacionando esos dos conceptos. En la libertad democrática de los griegos, el discurso tenía un fin extrínseco: convencer al oyente. La autoridad dictatorial de los emperadores romanos quitó sentido al discurso. La acción de gobierno era impuesta por la fuerza, no por la persuasión. Con estas limitaciones, el discurso es un mero ejercicio de estilo, actividad similar a los juegos de palabras denostados en el segundo párrafo.
Por el tema tratado y por la forma de elaborar su mensaje, el escritor tiene en mente unos receptores cultos, que sepan apreciar las sutiles ideas expresadas y valorar estéticamente su mensaje.  
[Valoración personal sobre el tema] Las reflexiones sobre el lenguaje que se realizan en el texto continúan siendo válidas. Aparte del empleo personal que de la palabra hablada realiza cada ser humano, sigue existiendo un uso social muy parecido al propuesto en el texto. El poder persuasivo del lenguaje como incitador se puede observar, en la publicidad, (obviamente junto a otros elementos propios de la comunicación publicitaria); además, los personajes públicos con gran carisma suelen ser unos hábiles comunicadores. En ocasiones, se les estima a pesar de saber que son unos fabuladores sin escrúpulos, o que caen en contradicciones escandalosas entre lo que dicen y lo que hacen. Y también, dentro de la vida pública, encontramos la otra vertiente del lenguaje: la palabrería hueca de muchos de los representantes políticos.
El sutil análisis que se realiza del lenguaje en el texto es obra de una persona que ama la lengua y que cree que es la herramienta idónea para convencer a los demás de nuestros puntos de vista, algo en lo estoy de acuerdo.

VALOR ESTILÍTICO DE LOS ADJETIVOS.
La presencia de adjetivos es bastante numerosa. Hemos de tener en cuenta que el texto es ensayístico en el que encontramos algunos rasgos propios del lenguaje literario, como símiles, y una adjetivación casi poética.
Los adjetivos que aparecen en el texto los podemos clasificar en una primera aproximación entre los que aparecen en la estructura de un sintagma nominal (con la función sintáctica de complemento del nombre) y los que aparecen en el sintagma verbal (Predicado Nominal) con la función de atributo.
Los que funcionan como complemento del nombre.
La mayoría son pospuestos y con carácter especificativo: 10 en nuestro uso verbal cotidiano, 12 un uso especial, 13 palabra hablada, 13 el discurso público, 17 verdad manifestada, 18 la democracia griega, 19 poder personal, 22 casos hipotéticos, en defensas artificiales, 25 libertad política. Esta adjetivación es propia de la exposición. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que algunos de estos adjetivos están intensificados con adverbios, con lo cual resultan valorativos y adquieren un carácter subjetivo, característica propia del ensayo: 3 cosas sensiblemente diferentes, 9 antinomias difícilmente soportables, 22 el más cordobés de los Sénecas, el único verdaderamente cordobés.
Además, de estos adjetivos especificativos, tenemos otros más bien explicativos con los que valora el autor. Los encontramos sobre todo al final del texto: 25 memoria privilegiada, 26 oratoria romana auténtica.
Los que funcionan como atributo en el predicado nominal.
Estos adjetivos cumplen una función descriptiva o conceptual al decir cómo son los sustantivos o para exponer una idea o concepto. Esta presencia de adjetivos está relacionada con la descripción en el discurso expositivo y argumentativo: La palabra, ... es potente como el mar y tenue y delicada como la espuma. Además, podemos observar la acumulación de varios para referirse a un mismo sujeto.
Y por último encontramos adjetivos que se han sustantivado en el texto: 22 el más cordobés de los Sénecas, llegando a convertir a esos adjetivos en nombres propios: 24 el Viejo o el Retórico.
En conclusión, en la parte expositiva predomina la adjetivación especificativa; mientras que, en la primera parte, señalada como introducción, y en la parte final del texto, sobre todo a partir de la línea 22, -partes argumentativas- nos encontramos una adjetivación valorativa, bien por encontrarnos adjetivos explicativos o bien porque los adjetivos están modificados por adverbios valorativos.

VALOR ESTILÍTICO DE LOS VERBOS.
La variedad de formas verbales confirma en el texto una comunicación matizada y atenta a los distintos valores estilísticos:
-Presentes de indicativo con valor atemporal. Con él se expresan hechos, se emiten juicios de validez universal, sin implicación de tiempo cronológico concreto: es, 3 se pueden hacer, 6 se puede jugar 6, 6 no se aconseja, 8 pueden banalizar. Todas estas construcciones son impersonales. Los dos rasgos son propios de la actitud objetiva propia de las exposiciones.
 Encontramos este presente con valor gnómico en definiciones, desarrollo de ideas, sentencias..., procedimientos propios del discurso expositivo y argumentativo: 1 y 2 La palabra, como el mito del nacimiento de Venus, es potente como el mar y tenue y delicada como la espuma. También encontramos este uso en la expresión de la tesis o idea principal del texto: 29 La palabra hablada está siempre en el reino de la libertad y cuando ésta falta cae en el silencio.
 Este empleo lo encontramos además en el aforismo: 7 juegos de manos son juegos de villanos…
Hay presentes de indicativo con valor histórico pues se refieren a acontecimientos ocurridos en el pasado: 18-22 cuando desaparece (desapareció) la democracia griega... 22-28 Seneca… nos recuerda.  Con este uso aproxima hechos ya acaecidos y perfectos al momento presente. Con esta aproximación, sobre todo con la referencia a Séneca, se muestra, por una parte, el afecto al filósofo; por otra, la vigencia de esas ideas en la actualidad coincidentes con las expuestas por el autor del texto.
Otras formas verbales de indicativo son los pretéritos perfectos simples para expresar acciones ocurridas en un periodo de tiempo ya terminado: 10 fue, 13 creyeron...) y los pretéritos imperfectos como en la línea 14 tenía, pronunciaba...) que expresan acciones pasadas y no terminadas en relación a otras también pasadas (Nos recuerda... lo que fue la oratoria... cuando la palabra se pronunciaba...) También encontramos un pretérito imperfecto, usado como tiempo absoluto, en vez de un pretérito perfecto para referirse a acciones ya acabadas: 13 y 14, El discurso tenía una finalidad… En la oración anterior se ha utilizado el pretérito perfecto: creyeron, 13.
Por último, comentamos las perífrasis modales de posibilidad que aparecen en la primera parte del texto: las palabras podemos hacer cosas sensiblemente diferentes, en la línea 3;   También se puede jugar con las palabras, en la línea 6. Con estas perífrasis de posibilidad, el autor plantea las diversas posibilidades de ser utilizado el lenguaje, procedimientos propios de la argumentación.
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Sinopsis

El asesinato de un diputado en un museo de Madrid lleva a un inspector inexperto a Salamanca, circunscripción por la que es electo el difunto. Durante la estancia en la ciudad se adentrará en el mundo académico, político y social en busca de indicios que expliquen los motivos que han llevado al verdugo a cometer tal atrocidad. El proceso indagatorio conducirá al detective a plantearse alguno de los principios por los que ha de regirse en su oficio, después de entrevistarse con testigos poco habituales que no parecen entristecerse con la muerte del político y que no aportan datos significativos del caso.

El ambiente de la localidad universitaria de principios de los noventa del siglo pasado, extraño para el protagonista, más la resolución del caso, le dejarán la sensación de fracaso de su valía profesional y, sobre todo, del papel que le corresponde como agente al servicio de la justicia. 



[1] La ‘surgida de la espuma’ Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Pafos (Chipre) después de que Crono cortase durante la Titanomaquia los genitales a Urano con una hoz adamantina y los arrojase tras él al mar. En su Teogonía, Hesíodo cuenta que los genitales «fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella» ya adulta.
[2] Contradicción entre dos leyes o dos principios racionales, porque ambos se infieren de proposiciones verosímiles.
[3] Filósofo austriaco. Se preocupó de analizar el lenguaje. Este consta de proposiciones que pintan o figuran el mundo, de tal modo que las proposiciones son las expresiones perceptibles del pensamiento y los pensamientos pinturas lógicas de los hechos.

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